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CUIDA TUS PIES

 

El pie en la infancia

Hay que observar el desarrollo y el ritmo de crecimiento de los pies, su forma de pisar al andar y la estructura más o menos armónica de piernas, rodillas, tobillos y pies. Y también si corre, gira, sube y baja con facilidad. De esta manera podemos detectar a tiempo posibles alteraciones funcionales del pie y su futura repercusión en las rodillas, cadera, columna, etc.

Por lo tanto es importante:

  • Vigilar su forma de andar y posturas que adopta.
  • Ver la alineación pierna-tobillo-pie.
  • Cómo desgasta el zapato.

Ante cualquier anomalía acuda a su podólogo antes de que sea tarde.

Decálogo para el pie del niño.

  1. No calce a su hijo en los primeros meses de vida. El pie descalzo se encuentra en las mejores condiciones posibles para su desarrollo. Es suficiente cubrirlo con unos calcetines.
  2. Nunca debe obligarse al niño a caminar sin que esté realmente preparado para ello.
  3. Llegado el momento de los primeros pasos. Calce al niño con zapatos flexibles de materiales que permitan la transpiración. No deben oprimir y se sujetarán con cordones, cierres de velcro o hebillas.
  4. Es muy importante que el calzado no oprima el pie del niño. Se recomienda vigilar con frecuencia.
  5. Permita al niño que camine descalzo (con calcetines) cuando se encuentre en su hogar si ello no entraña ningún otro peligro.
  6. Elija un calzado sencillo que permita la movilidad del pie y sobre todo la del tobillo.
  7. Los juegos y la actividad física ayudan al desarrollo, fortalecimiento y flexibilidad del pie.
  8. No se alarme, salvo que haya patologías muy evidentes, por la apariencia de pies planos durante el primer año ya que se encuentran en periodo de formación.
  9. Si al cumplir 3 años existen anomalías no dude en acudir a su podólogo.
  10. No olvide que la prevención, vigilancia y tratamiento de los pies evitará futuras patologías en rodillas, caderas y columna.

Se conoce por PIE GERIÁTRICO a la patología producida por un conjunto de alteraciones en los pies que aparecen a edades avanzadas debido, fundamentalmente, al deterioro del organismo.


Los pies son esa parte de nuestra anatomía quizás algo olvidada y, sin embargo, vital que nos conecta con la tierra permitiéndonos mantener una postura erguida, facilitándonos el desplazamiento, informando al cerebro sobre la posición de nuestro cuerpo y manteniendo el equilibrio a través de una red de sensores nerviosos presentes en la superficie plantar. Este “detalle” es fundamental si tenemos en cuenta que, con la edad, vamos perdiendo aptitudes; lo que conlleva, en muchos casos, una inestabilidad permanente que puede conducir a caídas de consecuencias desastrosas.

Ya que el deterioro debido a la edad es inevitable, resulta de vital importancia la PREVENCIÓN. Es decir, la adopción de todas aquellas medidas conducentes a minimizar el deterioro de nuestro organismo causado por el paso de los años.

Mención especial merecen los pies de las personas diabéticas. Quienes, además de padecer las disfunciones propias de la edad, presentan un cuadro patológico propio conocido como PIE DIABÉTICO. Tal es la magnitud de esta patología y sus consecuencias que existen equipos multidisciplinares de profesionales exclusivos para su tratamiento formados por varios especialistas en los que está presente la figura del podólogo. El pie diabético se caracteriza fundamentalmente por:

  • Alteración de la sensibilidad cutánea debido a la afectación de las terminaciones nerviosas presentes en la piel (receptores). Estos pacientes no son capaces de diferenciar la temperatura, por lo que están expuestos a quemaduras y congelaciones. Del mismo modo, tampoco perciben las presiones con normalidad, por lo que son incapaces de detectar la presencia de cuerpos extraños en el interior del calzado o relieves internos del mismo y que terminan produciendo heridas o úlceras importantes que se infectan con facilidad y requieren largos periodos para su curación.
  • Alteraciones vasculares, debido al estrechamiento de los vasos (arterias y venas). Lo que dificulta el aporte de oxígeno y nutrientes así como la evacuación de sustancias toxicas, acumulándose en los tejidos impidiendo la regeneración celular necesaria para el buen funcionamiento y la reparación de los mismos.
  • Alteraciones tróficas de la piel. Debido a ese déficit vascular y neurológico, la piel presenta un aspecto seco con descamación y fisuras o grietas que pueden devenir en ulceraciones muy difíciles y costosas de recuperar, llegando en los casos más avanzados a deformidades de los huesos y necrosis (muerte) de los tejidos que pueden requerir la amputación del miembro afectado.

 

A continuación se enumeran algunas de las principales patologías que suelen presentarse con mayor frecuencia:

Alteraciones óseas

  • Juanetes (Hallux valgus)
  • Dedos en garra, martillo…
  • Dedos superpuestos (clinodactiilia)
  • Pies planos geriátricos

 

Vasculares

  • Trombosis venosas
  • Insuficiencias vasculares (venosas y arteriales)
  • Tromboflebitis
  • Necrosis

 

Dérmicas

  • Durezas (Hiperqueratosis).Producidas por roce o compresión de la piel por el calzado o apoyo. Preferentemente en la zona plantar
  • Callos, Clavos (helomas) en cualquier zona.
  • Ojos de gallo (callos entre los dedos)
  • Sequedad de piel, con fisuras grietas, ulceras.
  • Pie de atleta( Hongos en la piel, Tiña)

 

Uñas

  • Onicocriposis (uñas clavadas, uñeros)
  • Onicogrifosis (Uñas engrosadas, hipertróficas)
  • Onicomicosis (Hongos en las uñas)

Una vez puesta de manifiesto la importancia del cuidado de los pies, especialmente en la población mayor, cabe reiterar que el mejor tratamiento de las anteriores dolencias es la PREVENCIÓN, debiendo comenzar esta muchos años antes.

<< El mejor tratamiento de una enfermedad es no contraerla. >>

 

No obstante, y de cara a minimizar el impacto de los trastornos que puedan presentarse con la edad, hay una serie de hábitos saludables y cuidados que recomendamos poner en práctica:

 

RECOMENDACIONES DE HIGIENE

    • Higiene diaria con agua templada y jabones neutros, prestando especial cuidado al secado entre los dedos sin frotar, con inspección ocular y aplicación de crema hidratante.
    • Corte de uñas en recto. Evitar el corte redondeado o los picos.

  • Evitar la eliminación de las durezas con instrumentos cortantes, parches o cualquier otro método.
  • Ejercitar la movilidad y la musculatura con paseos y ejercicios, así como acudir periódicamente al fisioterapeuta para recibir tratamiento y asesoramiento profesional.

 

RECOMENDACIONES DE CALZADO

  • Usar calzado adecuado para cada actividad. En general, de calidad, evitando plásticos y sintéticos. Mejor piel flexible de pala ancha y alta que permita la movilidad de los dedos así como la traspiración. Preferentemente de cordones y suela de goma antideslizante y flexible. Tacón aproximado de 2 a 4 cm y cuya longitud supere al pie entre ½cm y 1 cm.
  • Calcetines de algodón o hilo, no sintéticos para permitir la traspiración. En algunos casos puede ser recomendable el uso de medias de compresión para mejorar el retorno venoso.

 

TRATAMIENTO

Podemos considerar al pie geriátrico, como un pie de riesgo. Por ello, y con independencia de la puesta en práctica de todo lo antedicho, el tratamiento de los pies debe ser competencia del podólogo, quien decidirá en cada caso las medidas más adecuadas para corregir  el problema.  Existen multitud de tratamientos, como órtesis elaboradas con silicona, soportes plantares (plantillas), correctores para las uñas, láser, crioterapia, cirugía, etc.

 

Por todo ello, nuestra recomendación es visitar periódicamente al podólogo para mantener y mejorar la salud de los pies de nuestros mayores.

Queremos llamar la atención de la población en general y de aquellos que padecen diabetes en particular sobre la importancia que tiene el control de la diabetes para conservar la salud y evitar complicaciones. Una de las más graves, objeto de este artículo, afecta al pie y es conocida como pie diabético. Tal es su importancia que constituye objeto de estudio individualizado habiéndose creado servicios especializados para su tratamiento. A continuación, vamos a definir que entendemos por pie diabético, su incidencia en la sociedad, qué daños causa, cómo prevenirlo y qué cuidados debemos adoptar.

1 EL PIE DIABÉTICO

Se define como pie diabético, según la OMS, a la ulceración, infección y/o gangrena del pie asociados a la neuropatía diabética y diferentes grados de enfermedad arterial periférica, siendo el resultado de la interacción de diferentes factores metabólicos.

2 EPIDEMIOLOGÍA

El pie diabético es una complicación grave de la diabetes y su evolución va unida a la de ésta de manera que, cuando la diabetes empeora, el pie diabético se agrava.
La prevalencia de la Diabetes en el mundo está aumentando notablemente y constituye un serio problema de salud pública, sobre todo por sus devastadoras manifestaciones tardías, que determinan su elevada morbimortalidad. En 1995, su prevalencia en el mundo fue de 4% y el número de diabéticos, 135 millones. Estas cifras se elevarán en 2025 a 5,4%, o 300 millones de diabéticos. El riesgo de amputación es 15 veces más frecuente en pacientes diabéticos que en no diabéticos. Hasta un 50% de los pacientes diabéticos han presentado cuando menos un episodio de infección en sus pies.

➢ Cada 30 segundos, alguien pierde una pierna en algún lugar del mundo debido a la
diabetes.
➢ Hasta un 70 % de las personas que se somete a una amputación de pierna tiene
diabetes.
➢ En los países desarrollados, alrededor del 5 % de las personas con diabetes tiene
algún problema en el pie.
➢ Los problemas del pie son la causa más frecuente de ingreso hospitalario en
personas con diabetes.
➢ En los países en vías de desarrollo, se calcula que los problemas del pie podrían
absorber hasta un 40% de los recursos sanitarios disponibles.

3 DAÑOS

Dos son las complicaciones más importantes que determinan la evolución: La Angiopatía y la Neuropatía

3.1 Angiopatía

Presente hasta en un 80% de los casos y relacionada con el curso crónico tras más de diez años de evolución de la diabetes.

3.2 Neuropatía

Responsable del 50% al 75% de las amputaciones no traumáticas. Existen dos tipos de neuropatía:

¿SABÍA USTED?
Aproximadamente 60 o 70 por ciento de las personas que tienen diabetes desde hace muchos años tienen algún tipo de daño a los nervios, pero no todas tienen síntomas

3.2.1 Polineuropatía distal o NPD

El primer tipo (llamado polineuropatía distal o NPD) causa pérdida de sensación en los pies, piernas, manos y brazos. También puede afectar el movimiento de las extremidades. Los síntomas de NPD incluyen:

• Dolor, cosquilleo y ardor.
• Entumecimiento y pérdida de sensación.
• Debilidad muscular.
• Úlceras en la piel.

Aproximadamente la mitad de las personas con NPD no presentan síntomas, excepto la pérdida de la sensación en los pies. Debido a esta pérdida de sensación, es posible que no se den cuenta de lesiones que tengan en los pies. Las lesiones de los pies que no reciben cuidados pueden llevar a
úlceras e infecciones, y a veces, la amputación.

3.2.2 Neuropatía autonómica

El segundo tipo afecta el tracto urinario, sistema digestivo, órganos sexuales, glándulas de sudor, ojos y corazón.

Con el tiempo, la neuropatía puede causar daño a los nervios produciendo dolor y una sensación de hormigueo, y puede hacer que pierda sensibilidad en los pies. Como consecuencia, quizás no sienta una piedra en el calzado o una ampolla en el pie, lo que puede causar heridas que se pueden infectar.

La diabetes también puede disminuir la cantidad de flujo sanguíneo en los pies.
Si no tiene suficiente flujo sanguíneo en las piernas o los pies, es más difícil que una herida se cure. La infección puede causar gangrena, lo que puede desembocar en la amputación del dedo del pie.

Aunque no ocurre con frecuencia, el daño de los nervios por la diabetes puede causar deformaciones en los pies, como el pie de Charcot, con enrojecimiento, calentamiento e hinchazón. Luego, los huesos y dedos del pie empiezan a desplazarse o romperse, lo que hace que el pie adopte una forma extraña, como el “pie zambo”.
➢ Se calcula que los costes directos de una amputación asociada con el pie diabético están entre los 30.000 y los 60.000 USD.
➢ La mayoría de las amputaciones comienza por una ulcera en el pie.
➢ Una de cada 6 personas con diabetes desarrollará una ulcera en el pie a lo largo de su vida. En todo el mundo 4 millones de personas al año desarrollan una ulcera en el pie.
➢ En la mayoría de los casos las ulceras diabéticas y las amputaciones del pie se pueden prevenir. Se calcula que se podrían evitar hasta un 85% de las amputaciones.
➢ Se puede conseguir una importante reducción del número de amputaciones mediante equipos multidisciplinares bien organizados, (compuestos por diferentes especialistas), un buen control de las cifras de azúcar en sangre y unos cuidados personales basados en una buena información.

4 PREVENCIÓN DEL PIE DIABÉTICO

4.1 El objetivo fundamental en la prevención a todo nivel es lograr un cambio favorable y permanente en el estilo de vida. El paciente diabético, una vez diagnosticado, debe realizar cambios radicales en su estilo de vida; sobre todo aquellos relacionados con hábitos alimentarios y de actividad física, eliminación del tabaco y alcohol, además de consumir los fármacos antidiabéticos correspondientes en caso de necesitarlos.4.2 Control de la glucemia: El buen control de la diabetes disminuye la presencia de neuropatía, tanto asintomática como clínica, a la vez que reduce el riesgo de enfermedad arterial periférica (arterioesclerosis obliterante de las extremidades inferiores) que es la complicación vascular más frecuente observada entre los diabéticos, presente en un 8%. Esta cifra se eleva hasta el 45% a los 20 años del diagnóstico.

4.3 Examen del pie: El examen del pie es fundamental para corregir los factores de riesgo y disminuir la incidencia de úlceras y de amputación.
La mejor manera de evitar el daño es mantener la glucosa de la sangre bajo control. Lo puede hacer con una dieta saludable, ejercicio frecuente y tener un peso adecuado. También es necesario dejar de fumar y limitar el consumo de bebidas alcohólicas.

CONSEJOS PARA EL BUEN CUIDADO DE LOS PIES

Lávese y séquese los pies y examínelos a diario. Esté atento a ampollas, callos, hematomas, enrojecimiento, hinchazón, piel rajada, llagas o cortes

Córtese las uñas semanalmente o con la frecuencia necesaria.

Trabaje con su equipo de atención primaria para crear un plan de acción para controlar la diabetes. El plan debe incluir el cuidado de los pies. Un podólogo (especialista en los pies) y otros especialistas pueden formar parte de su equipo de atención médica.

5 SUGERENCIAS PARA EL CUIDADO DE LOS PIES

5.1.1 Revise los pies todos los días
Revisarse los pies todos los días le ayudará a detecta problemas en una etapa temprana antes de que empeoren. Una buena manera de recordarlo es hacerlo al acostarse. Revise también el área entre los dedos del pie.Si le cuesta trabajo llegar para verse los pies, intente usar un espejo o pídale a alguien que se los revise.

Esté atento a problemas como:
• Cortaduras.
• Ampollas.
• Hematomas.
• Hinchazón.
• Uñas encarnadas.
• Callos y callosidades.
• Pie de atleta (hongos).
• Áreas calientes en los pies.

5.1.2 Lávese los pies todos los días
Utilice agua tibia (no caliente) y jabón neutro secándolos bien, especialmente entre los dedos.
Es importante que NO:• Corte los callos y callosidades.
• Use parches ni líquidos para quitar callos

Los productos para cortar o eliminar los callos pueden dañar la piel y causar infecciones. Para mantener la piel suave, aplique a diario crema por arriba y por debajo de los pies. No se unte crema entre los dedos del pie porque la humedad podría causar una infección.

5.1.3 Córtese las uñas de los pies en línea recta
Córtese las uñas de los pies en línea recta con un cortaúñas o alicate. No se corte las esquinas de las uñas de los pies. Límese suavemente las uñas con una lima de uñas. Cortarse las uñas de esta manera ayuda a prevenir cortes en la piel y las uñas encarnadas.

Pídale al podólogo que le corte las uñas de los pies si:

• No se puede ver, sentir o alcanzar los pies.
• Tiene las uñas de los pies gruesas o amarillentas.
• Tiene las uñas curvas o se le encarnan.

5.1.4 Utilice calzado y calcetines
• No camine descalzo. Quizás no sienta dolor y no se dé cuenta si pisa un cuerpo extraño.
• Antes de ponerse los zapatos, revise el interior para asegurarse de que el forro esté liso y no tenga objetos dentro.
• Use zapatos que le queden bien y le protejan los pies.

• Los zapatos para caminar o deportivos son una buena opción
• No use zapatos de plástico, porque no son elásticos ni permiten que los pies “traspiren”.
• Cuando compre calzado, asegúrese de sentirse cómodo con los zapatos puestos y de que tengan suficiente espacio para los dedos del pie. Compre el calzado al final del día, cuando los pies están más hinchados. Si tiene deformidades (juanetes, dedos en martillo) escoja calzado más ancho o alto. Ante deformidades mayores es posible que necesite calzado especial o plantillas. No use calzado con punta estrecha ni tacón alto, porque estos causan roces en los dedos del pie.

5.1.5 Protéjase los pies del calor y el frío
Si tiene daño de los nervios por la diabetes, podría quemarse los pies sin saberlo.• Use zapatos en la playa o el pavimento caliente.
• Póngase protector solar en la parte superior de los pies para evitar quemaduras del sol.
• Mantenga los pies alejados de fuentes de calor como braseros, estufas….
• No se ponga botellas de agua caliente ni almohadillas térmicas en los pies.

Puede necesitar calcetines para dormir si se le enfrían los pies. En el invierno, use botas contra agua con forro en el interior para que los pies se mantengan calientes y secos.

5.1.6 Ayude a mantener el flujo sanguíneo en los pies

Siga las siguientes sugerencias para mejorar el flujo sanguíneo en los pies:

• Ponga los pies en alto cuando esté sentado.
• Mueva los pies para ayudar a que la sangre circule.
• No use calcetines apretados ni medias elásticas. No intente sostener los calcetines flojos con bandas elásticas.
• Realice ejercicio. Elija actividades como caminar, bailar, practicar yoga, nadar o montar en bicicleta. Deje de fumar. Fumar puede reducir la cantidad de flujo sanguíneo en los pies.

Visite regularmente al Podólogo

En definitiva, visitar regularmente al podólogo, es fundamental para cuidar la salud de sus pies previniendo patologías o lesiones.

BIBLIOGRAFÍA

▪ El pie Diabético. F.Javier Aragón Sánchez. Pedro Pablo Ortiz Remacha. Masson
▪ Cuidados en el pie diabético. Angel Camp Faulí. Smith & Nephew, S.A.
▪ Alonso Peña. Atlas de Dermatología del Pie. Panamericana
▪ L.Repáraz Asensio, P.Sánchez García-Cervigón. Angiología y Cirugía Vascular. Endocrinología y Nutrición. Hospital Universitario Gregorio Marañón. Madrid
▪ Diabetic foot Luis Neyra-Arisméndiz,1,2 José Solís-Villanueva,1,3 Óscar Castillo-Sayán1,4 y Freddy García-Ramos1,3
▪ Rev Soc Peru Med Interna 2012; vol 25 (2)
▪ El año del pie diabético.K Bakker, P Riley - Diabetes voice, 2005 - fundaciondiabetes.org
https://www.hormone.org/audiences/pacientes-y-cuidadores/preguntas-yrespuestas/2012/neuropatia-diabetica
https://sp.depositphotos.com/182685318/stock-illustration-diabetic-footmedical-vector-illustration.html

LECTURAS RECOMENDADAS

▪ Información sobre la diabetes de The Hormone Health Network: www.hormone.org/diabetes
▪ Centro Nacional de Información sobre la Diabetes http://diabetes.niddk.nih.gov/spanish
▪ Programa Nacional de Educación sobre la Diabetes http://ndep.nih.gov

Cirugía del pie


La cirugía podológica es la rama de la Podología que, mediante intervenciones quirúrgicas, se dedica a curar lesiones de partes blandas, musculares, óseas y/o articulares, ya sean agudas o crónicas, así como al tratamiento de las deformidades y trastornos funcionales adquiridos del pie y de sus estructuras asociadas, generalmente bajo anestesia local, troncular, general o sedación consciente, con ingreso hospitalario o ambulatorio según patología.

La cirugía es realizada por el Podólogo/a, dentro de su ámbito de competencias legales, según la Ley 44/2003 de 21 de Noviembre, sobre Ordenación de las Profesiones Sanitarias.

Plantillas Podológicas

Los soportes plantares o plantillas Podológicas constituyen una buena alternativa para la prevención o el tratamiento de multitud de patologías derivadas de la morfología de los pies, de la forma de caminar o de las diferentes características en la biomecánica de la marcha. En estas patologías, las plantillas Podológicas pueden ser utilizadas como tratamiento independiente o conjuntamente a otros tratamientos físicos o quirúrgicos.


El profesional de podología será el encargado, a través de una exploración biomecánica completa e individualizada, de hacer el diagnóstico preciso en cada situación y de prescribir el tratamiento más adecuado para los pies de los pacientes. Los soportes plantares se confeccionarán a medida en cada pie, siendo el profesional de podología el que paute las características y materiales conforme se elaborará la plantilla.

 

Podemos destacar la utilización de plantillas podológicas durante la infancia para tratar patologías estructurales, durante la práctica deportiva para tratar o prevenir lesiones, y en personas diabéticas o con enfermedad osea y articular. En estos casos, o cuando hay cualquier dolencia en los pies, o derivada de la posición de los mismos, la principal recomendación es acudir a la consulta de podología, donde el profesional de podología tiene los estudios y la experiencia necesaria para diagnosticar y tratar todos estos problemas, por lo que el diagnóstico y la prescripción de las plantillas Podológicas, se realizará en la consulta de podología y no en ortopedias o tiendas de equipamiento deportivo.